Wednesday, May 16, 2007

DEMASIADO

Se ofrece Dios para cambiar vidas.
Experiencia, resultados garantizados.
Buena presencia. El precio está ya pagado.
Interesados ponerse en contacto con...a cualquier hora del día o de la noche...
o dirigirse a esta dirección de internet...


R. A. "Descenso a Periferia"

Sunday, December 03, 2006

Cabaret místico


Yo soy inmortal, sencillamente porque la muerte es sólo un concepto. Nada desaparece, todo cambia. Si acepto mis incesantes transformaciones, entro en la eternidad. Yo soy infinito porque mi cuerpo, mascarón de proa del universo, no termina en mi piel: se extiende sin límites. Yo lo sé todo porque no sólo soy mi intelecto, sino también mi inconsciente, formado por la energía oscura que sostiene a los dos mundos, no soy sólo las diez células cerebrales que empleo cotidianamente , sino también los millones de neuronas que forman mi cerebro. Soy omnipotente cuando ceso de encerrarme como individuo y me identifico con la humanidad entera. Soy omnipresente porque, junto con todos los otros seres, forma parte de la unidad: lo que sucede, aunque sea en el lugar más lejano, me sucede. Soy increado porque antes de ser un organismo fui materia ígnea, antimateria, energía, vacuidad. Mi carne está formada por residuos de estrellas que tienen millones de años. Estoy en el cielo porque mi tierra es un navío que recorre un universo que a su vez recorre incontables otras dimensiones. Soy perfecto porque he domado mis egos haciendo que se unan a la perfección del cosmos. Yo soy todo porque soy al mismo tiempo yo y los otros.

Extracto del prólogo de "Cabaret místico" A.Jodorowsky

Friday, November 10, 2006

Si esto es un hombre

Los que vivís seguros
en vuestras casas cladeadas.
Los que os encontráis, al volver por la tarde,
la comida caliente y los rostros amigos:
considerad si es un hombre
quien trabaja en el fango,
quien no conoce la paz,
quien lucha por la mitad de un panecillo,
quien muere por un sí o por un no.
Considerad si es una mujer
quien no tiene cabellos ni nombre
ni fuerzas para recordarlo,
vacía la mirada y frío el regazo
como una rana invernal.
Pensad que esto ha sucedido:
os encomiendo estas palabras.
Grabadlas en vuestros corazones
al estar en casa, al ir por la calle,
al acostaros, al levantaros,
repetídselas a vuestros hijos.
O que vuestra casa se derrumbe,
la enfermedad os imposibilite,
vuestros descendientes os vuelvan el rostro.

("Si esto es un hombre" Primo Levi)

Friday, September 22, 2006

LA ESPAÑA NEGRA

La España negra de moscas, franquismo, censura y represión vuelve a revolotear como las aves carroñeras que han planeado sobre Pepe Rubianes, hasta lograr impedir mediante coacción que se disfrutase su espectáculo sobre Lorca en el Teatro Español. Finalmente Rubianes, sus actores, podrán representar "Lorca eran todos" en el Auditorio dde CCOO de Madrid, pero no en el escenario público gestionado por Mario Gas y bajo la responsabilidad política de la concejala de Cultura, Alicia Moreno, y por supuesto del alcalde, Alberto Ruiz Gallardón. Los antecedentes de este siniestro e insólito suceso acaecido en pleno 2006, han sido divulgados y valorados según la banderia de cada baluarte mediático. En síntesis, las amenazas e invectivas lanzadas contra Rubianes desde las tribunas más ultras de Madrid, obligaron a este polifacético director a cancelar las representaciones anunciadas en el Teatro Español - de titularidad municipal - con el fin de no arriesgar la integridad física de su equipo y de paso, aligerar la presión que condicionaba a Gas y Moreno, que habían auspiciado la programación del montaje. Pero, que nadie se engañe, es el principal responsable político, el alcalde de Madrid, quien respiró más aliviado tras la retirada del cartel, incluso aseveró con tono imperativo - y nada ambivalente - ante la opinión pública que "Lorca eran todos" no se representaría en el Teatro Español. Por si qudaban dudas entre "progres" y alelados sobre las convicciones paleodemocráticas de Ruiz Gallardón, la falsa esperanza blanca del PP, ahí queda para la historia el sacrificio por él ofrecido a la caverna. La misma a la que Rubianes, con toda la razón, puso a caer de un burro en un programa de TV3, cuando ese mismo españolismo rancio y nostálgico cargó contra la Catalunya política y el proyecto de estatuto de autonomía votado por el parlament. La espontaneidad de Rubianes fue considerada insultante por esa turba reaccionaria que ve la paja en el ojo ajeno, pero ignora a diario la viga en el propio. Ni siquiera las disculpas obligadas clamaron la algarada fascistoide que ha resurgido en la capital de la España negra de moscas, franquismo y represión, transmutada de Santa Inquisición y presta a determinar qué espectaculos puede disfruta, criticar o no la ciudadanía madrileña. Rubianes somos todos, pero Ruiz Gallardón sólo hay uno y si quedaba alguien por caer del guindo, ahora ya sabe en qué banda milita.

(Cartelera Turia nº2224)

Sunday, September 17, 2006

"Puedo hablar en voz bien alta si quiero"

Me había preparado para verlo, pero la realidad fue mucho más fuerte. Incluso le llevaba de regalo un ordenador de viaje. Es decir una suerte de cartuchera de cuero argentino, que en su interior tiene espacios predeterminados para papeles, tarjetas, pasaje, pasaporte, anotaciones varias, todo lo que necesita un viajero. Sé muy bien que Fidel Castro no lleva tarjetas de crédito ni dinero en sus travesías por el mundo, pero el modesto presente encerraba un mensaje subliminal: ’Espero que pronto esté bien para volver a viajar’.
Pero una cosa es lo que uno imagina, teme, desea, y otra bien distinta el hecho en sí. De pronto el llamado telefónico: ’Esté a tal hora en tal lado’. Y nada más. Podía ser que lo viera personalmente o podía ser que me encontrara con algunos de sus hombres de confianza en una reunión preparatoria. No podía creer en mi buena suerte: era el primer invitado a la Cumbre del Movimiento de los No Alineados que tenía el privilegio de ver al Comandante en su recuperación, como ya lo habían visto antes de la Cumbre Hugo Chávez y Evo Morales.
Estaba tan aturdido que olvidé hasta una elemental libreta de notas por si tenía la suerte suplementaria de que me hiciera una declaración.
Pero al llegar a la cita supe que lo vería. Con sus colaboradores más cercanos recorrí el pasillo como en un travelling cinematográfico donde el visitante ve intensificarse la realidad a medida que avanza: al comienzo los hombres de su custodia vestidos de verde oliva, luego su médico personal siempre derrochando bonhomía, al final del largo corredor un trío compuesto por dos mujeres y un hombre alto, los tres de guardapolvo blanco. ¿Médicos, enfermeros? Por fin una señora muy amable que me introdujo en la habitación. Un cuarto austero, blanco, totalmente despojado de adornos. Fidel, que estaba sentado en una cama, con una mesa blanca y móvil por delante, se puso de pie para darme un abrazo.
Vestía una bata color vino y un pijama haciendo juego y, por suerte, era el Fidel de siempre. Más delgado, es verdad, pero no tanto como lo habían mostrado unas fotos recientes.
“Perdí cuarenta y una libras —me recordó—, pero estoy recuperando peso. Ya casi la mitad de lo que perdí.”
Muchos kilos para quien ya parecía un hidalgo español de prosapia cervantina y ostenta ahora un perfil quijotesco.
Nos sentamos para charlar. Eran las once y media de la mañana habanera de ayer y afuera reverberaba la canícula. El nudo que yo traía en la garganta se aflojó de golpe: puede sonar increíble, pero Fidel estaba tan lúcido y filoso como siempre. El mismo tono confidencial de conspirador que el oyente debe desentrañar, las mismas señas misteriosas o las acentuaciones gestuales de algún hallazgo verbal, alguna orden a sus colaboradores en voz bien alta, para demostrar que puede regresar a la oratoria en cualquier momento.
“Ves” , subrayó. “Puedo hablar en voz bien alta si quiero.”
Pasó un rato largo antes de que me hiciera la confesión que carga de peso existencial esta nota. Arrancó como siempre, apasionado por los hechos colectivos, políticos, poniendo lo personal en un tercer o cuarto plano de sombra. Estaba entusiasmado con el hecho de que Venezuela gane la batalla para ocupar un sitial en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. ’Genio y figura’, pensé. El tránsito por la enfermedad y la presencia cierta de la muerte no han disminuido un ápice la intensidad de sus sueños y obsesiones.
“No van a poder bloquear el ingreso” , aseguró. Y subrayó que su gran amigo Hugo Chávez Frías se ha convertido en un líder mundial. “Chávez ha ido creando un modelo indestructible. No es portador de un socialismo extremo, sino realista. Indiscutiblemente va a tener éxito en crear un gran partido que reúna y represente a todos los revolucionarios venezolanos. Los diversos partidos que lo apoyaban han respondido bien a su convocatoria para lograr la unidad. Además —agregó— ha prometido realizar todos los cambios democráticamente, consultando al pueblo. No es extremista. Ha prometido cooperar con las capas medias y el respeto y la colaboración con las empresas privadas que acaten los principios de la revolución. Además ha desarrollado programas sociales que no tienen paralelo en el mundo y que lo convierten en un líder imbatible. Pienso que un pueblo tan saqueado como el venezolano merece este cambio. Y veo con alegría el impulso hacia la integración de América Latina, en la que Venezuela será un ejemplo de lo que se puede hacer cuando un país pone sus recursos al servicio del pueblo. Chávez no sólo usa bien esos recursos sino que los multiplica con medidas fiscales que antes no se tomaban.”
Después abordó el tema de la «Operación Milagro», uno de los programas de salud que más lo apasiona. Y lo hizo con la misma intensidad de siempre. Como si no hubiera pasado por el filo de la navaja dejando en terrible suspenso a millones de personas. Recordó que en apenas dos años, unos 400 mil latinoamericanos habían sido operados de cataratas, pterigium y otras enfermedades de la vista con la nueva técnica oftalmológica desarrollada por los médicos cubanos. Y que todas esas operaciones, muchas de las cuales se habían llevado a cabo en Cuba, habían sido gratuitas, en beneficio de los latinoamericanos más pobres.
Al rato Fidel me ofreció más café, mientras nos sacaban un montón de fotos. Con su sempiterno entusiasmo, me comentó admirado: “Son increíbles estas cámaras digitales” .
Nos íbamos acercando a la confesión. Sobre la mesa había un libro voluminoso. La portada sobria, bien realizada, anunciaba Cien horas con Fidel. Y abajo: ’Conversaciones con Ignacio Ramonet. Segunda edición. Revisada y enriquecida con nuevos datos’.
Algunos meses antes había visto con inocultable envidia la primera edición de esa megaentrevista en la que el líder cubano pasa revista a su vida y a la historia mundial que lo destaca como uno de sus principales protagonistas. En junio último, el Comandante me había mostrado sus correcciones manuscritas a las respuestas de la primera edición. Las preguntas de Ramonet, obviamente, habían sido respetadas por el entrevistado. A fines de julio, cuando volví a verlo en Córdoba, viajaba acompañado por las pruebas de página, en pleno proceso de revisión y aumento. Pero nunca hubiera imaginado lo que ocurrió tras la operación del 27 de julio.
“Lo seguí corrigiendo en los peores momentos —musitó—. No paré de corregirlo. No creas que lo hice cuando mejoré. Desde los primeros días. Y lo hice no sólo por su contenido sino porque le había prometido al pueblo que lo revisaría antes de publicarlo. Así que pasé muchas horas dictándole a Carlitos (Valenciaga, su secretario) . Muchas horas.”
Entonces me miró, con los ojos muy abiertos y esa expresión como de asombro que le redondea la boca cuando tira un dardo decisivo, para aclarar en un tono profundo, pero despojado de énfasis y dramatismo:
“Quería terminarlo porque no sabía de qué tiempo dispondría”.
La sombra del gran límite, de la imposibilidad de toda posibilidad, anidaba todavía en el fondo de la mirada como un fondo de café. Comenté:
’Otra gran batalla’.
Asintió en silencio y agregó:
“Estas cosas te las cuento como amigo y escritor”.
Después se excusó de no poder regalarme el libro por razones protocolares, hasta entregar una copia a los jefes de Estado que concurren a la reunión del Movimiento de No Alineados. A nuestro lado, el infatigable Carlitos Valenciaga —el joven colaborador que leyó la histórica proclama sobre el traspaso de poderes— ponderaba algunas incorporaciones a esta nueva edición aumentada:
’Hay cartas inéditas a Sadam Hussein recomendándole que se retire de Kuwait. Las cartas a Nikita Kruschev contextualizadas’.
Sobre la mesa blanca había también un folleto reproduciendo la portada del libro con la siguiente leyenda: «Capítulo 24 - Los sucesos de abril de 2002 y otros temas de América Latina».
’Está traducido a nueve idiomas’, aclaró Valenciaga. Pedí uno para reproducirlo como anticipo en Página/12, después que se le entregara a los Jefes de Estado. En particular a dos amigos fieles que el Comandante aguarda con impaciencia: Chávez y Evo Morales. En ese capítulo 24, además de las intimidades del fallido golpe contra Chávez, el lector encontrará interesantes reflexiones sobre los militares nacionalistas y progresistas de América Latina, como Omar Torrijos, Juan Velasco Alvarado o el propio Juan Domingo Perón. Y referencias agudas a la derrota de Carlos Menem y el triunfo de Néstor Kirchner en el 2003.
Se acercaba el momento de la despedida. La charla se había prolongado durante hora y media. Fidel señaló el modesto televisor que tenía frente a la cama (nada de plasma ni equipo estereofónico) y comentó:
“La tele está cada vez más violenta. Todo es de una violencia extrema. Todo es publicidad y violencia. Desde las ficciones hasta los noticieros internacionales.”
Le dije, con total sinceridad, que me iba muy contento de verlo tan bien.
“Todo en su justo medio”, advirtió, mientras me daba un apretón de manos.
“No hay que olvidar que la máquina a reparar ya tiene ochenta años.”
AltercomAgencia de Prensa de Ecuador. Comunicación para la Libertad.Miguel BonassoEscritor argentino y diputado por el Partido de la Revolución Democrática.

Wednesday, August 30, 2006

Dueños del paisaje

Generosas inserciones publicitarias a toda página en los periódicos que se editan y distribuyen en el País Valenciano, naturalmente con cargo al inagotable capítulo de propaganda de la Generalitat Valenciana que sufragamos cuantos pagamos impuestos, proclamaban días atrás que "hay propietarios de suelo, pero todos somos dueños del paisaje," aseveración que viniendo de quien viene, aparte de una falacia, es un cruel sarcasmo. El reclamo, además de la prosa en letra menuda rebosante de medias verdades y adornada con descripciones que tal vez corresponden a otras geografías más civilizadas, está atravesado por una foto a modo de cinta que muestra la vista parcial de un pedazo de costa escarpada, aparentemente virgen, cuya estampa combina mar en calma, pinos que casi se precipitan sobre el litoral y un horizonte insólito, por su soledad, equilibrio y ausencia de ladrillo. Por supuesto nadie diría que se trata de un recóndito y oculto paisaje valenciano que por causa desconocida se ha mantenido a salvo de la depredación amparada o estimulada por los mismos que han contratado la página de publicidad, con esa frase destacada que se lee : "Dueños del paisaje." O sea, ellos, sin lugar a dudas.
Por el mismo precio, incluso con letra microscópica, los artífices de este nuevo dispendio propagandístico habrían podido despejar las dudas a cuantos no pasaron directamente la página, huyendo hacia noticias de mayor rigor. ¿Por qué habríamos de suponer que ese pedazo de postal nos pertenence como "dueños del paisaje", y no lo han fabricado con el dichoso "photoshop" a partir de un recorte de National Geographic? ¿Existe tal prodigio de naturaleza en este territorio esquilmado, acaso se halla enclavado en la costa adriática, o quizá pertenece a Túnez? Peor aún, esa foto estrecha e idílica, ¿fue cortada por arriba y por abajo para ocultar urbanizaciones, grúas y el bullicio complementario, imposible de esconder en este mapa castigado, como difícil resulta encontrar inmaculado el delantal de un carnicero? ¿Somos dueños de "ese" paisaje o ya tiene propietario el suelo y esperó a la instantánea antes de desbrozar, parcelar y etc etc? Además, resulta extraordinario, por lo contradictorio, que el mismo PP que pretende camelar a la parroquia con este cromo, acuda a la Costa de los Pinos, en Mallorca, para movilizarse a favor de la piscina del director de "El Mundo", Pedro J. Ramírez, construida ilegalmente sobre el litoral, en zona de dominio público. Caramba con los dueños del paisaje.

(Cartelera Turia Agosto 2006. Artículo escrito por Manuel S. Jardi)

Tuesday, August 29, 2006

Votar o no votar

Los temores se han desatado, sobre todo entre la derecha política, ante la posibilidad de que se les reconozca el derecho al voto en las elecciones municipales a las personas extranjeras mayores de edad procedentes de países ajenos a la UE. Una iniciativa legislativa auspiciada por IU y el PSOE ha disparado la caja de los truenos, además de sorprender con el paso cambiado a presuntos centristas y liberales que a la hora de la verdad se atrincheran en las posiciones más restrictivas y reaccionarias ante una cuestión que, con toda su envergadura, revela la hipocresía reinante ante los desafíos de una realidad - que no pocos prefieren ignorar cuando no mirar a otra parte - cual es la inmigración. No cabe descartar un cierto oportunismo, no exento de debilidad, por parte de quienes avalan la propuesta. Pero también es cierto, y sus xenófobos adeversarios lo saben, que la solidaridad ante las vicisitudes a que se ve sometida la nueva ciudadanía en su lucha diaria por asentarse y acceder a unas condiciones de vida y de trabajo dignas, forma parte del acerbo de la izquierda sociológica, por delante de cuantos toleran de mala gana el alud migratorio y se aprovechan con ventajismo repugnante de la necesidad ajena para mantener oculto o sumergido un universo "irregular" dominado por la esclavitud , las vejaciones y demás estrecheces impropias de un Estado que se presume democrático. Abordar el derecho de sufragio para los inmigranes es asunto que debería haberse incorporado hace tiempo a la agenda política. Si las cotizaciones laborales de la población foránea ayudan a garantizar las jubilaciones de los indígenas, incluso en edades impropias: si pagan sus impuestos, tasas y arbitrios, en justa correspondencia deben acceder a los servicios que aún no se han desmantelado del Estado del Bienestar. También a participar y desarrollar aquí su proyecto de vida si así lo desean. El derecho al voto y a ser representantes electos no sólo limitado a hipotéticos convenios de reciprocidad con sus países de origen ni exclusivamente a los comicios municipales, es un derecho inalienable de esta ciudadanía incorporada al censo. Las demagógicas alertas expresadas por determinados sectores ante la supuesta amenaza que tal ampliación de derechos supondría para las identidades lingüísticas y culturales, revela las escasas convicciones democráticas que lucen los defensores de ciertas esencias. La fortaleza de una cultura y de sus signos de identidad dependerá en gran medida de la voluntad política en mantener su vigencia, pero también de fortalecerla con políticas de integración. No es eso lo que temen, sino algo tan prosaico como una derrota electoral.

(Artículo publicado por la cartelera Turia en la semana del 25 al 31 de agosto de 2006)